Mis primeras galletas

Quería hacerle un regalito a la veterinaria de Vega, porque en todo el tiempo que ha estado malita hemos ido muuuuuuuuuchas veces para que fuera viendo el avance y la chica no me ha cobrado nada de las consultas. Así que pensé en hacerle unas galletas "para veterinario", compré los moldes por Internet y seguí la receta de Dulcetopía, porque la dueña y señora de este blog no puede ser más apañada y sabía que no me iban a fallar.
¡Y cómo no, están buenísimas!

Para ella hice galletitas (bueno, la verdad es que son de un tamaño considerable) en forma de hueso y de la raza de mi perra:

Esta es con todo el fondant marrón, pero las que le llevé a ella eran
con marrón y negro, pero no hice foto primer plano)


Las metí en bolsitas y se las llevé en una caja. Como está casada y con dos nenes pues le puse cuatro perritos y cuatro huesos. Que ya es bastante porque con una galleta de éstas ya te hinchas.


Y con otros moldes que tenía por casa hice algunas que no decoré y tampoco les hice foto, y éstas que sí:



Bueno, y para acabar os pongo una foto de mi solete. Que ayer la disfrazamos y no podía estar más graciosa (es amor de madre, qué le voy a hacer...)




Mousse de chocolate


El otro día hice unas copas de mousse de chocolate según la receta de Mi dulce tentación.

Vi su receta, tan mona y tan sencilla que no me pude resistir. Pero lo tenía que haber pensado un poco antes. Debéis saber que a mi el chocolate me gusta pero en su justa medida, y las copas de chocolate que venden en el súper nunca me han gustado. Pero yo quería hacer la receta.

Para colmo no usé un chocolate de más del 70% como especifica, porque el que tenía en casa era del 50% aproximadamente. Creo que fue un gran fallo. El resultado es que de cinco que salieron siguen en el frigo tres, y yo no he comido ninguna. Así que de esta receta he obtenido dos conclusiones:

1.- Hasta que no entienda más que ahora, seguir las recetas al pie de la letra. Ya habrá tiempo de crear y ser original.

2.- Si ya sé que una receta no me va a gustar, o no hacerla, o por lo menos hacerlo cuando vengan invitados que sí les guste para darle salida.

Bueno, voy a ver si convenzo a mi marido de que se coma otra.. ;)